Si llegaste hasta aquí... ¡Hola! Antes de que te pongas a leer, primero déjame sacar el polvo y las telas de araña del blog. Lleva mucho tiempo vacío...
Bueno, así como lees... Tú que acabas de entrar por curiosidad a través de Facebook o Instagram. Primero que todo te agradezco el interés, y segundo, te invito a leer cómo es que acabé matriculada en la carrera de Derecho.
Siempre he tenido interés en la gente que ejerce esta profesión. Por supuesto que nunca lo exterioricé. Solía admirarlos de lejos. Y la vida se encargó de acercarme a dos abogados. Primero, a un amigo (tú sabes que estoy hablando de ti), y segundo, a una clienta a la que le cuido el cabello regularmente.
Hace menos de un mes, que camino al trabajo, le comenté a mi pareja que tenía deseos de volver a estudiar. Y le revelé mi secreto. Su sorpresa fue inmensa, porque —vuelvo a repetir— nunca le había confesado a nadie mi interés hacia las Leyes. De inmediato me animó a averiguar en Universidades, y le hice caso...
Fui asesorada por una Orientadora de la Universidad, y la verdad es que ese interés que siempre tuve, creció mucho más. Me sentí decepcionada de no poder matricularme ya. Y decidí que lo mejor era dejar el tema hasta ahí. Me dije, "no puedes ser mamá, estilista, escritora y más encima estudiante de derecho". El tema debía quedar en pausa hasta que realmente pudiese hacerlo. Nunca es tarde para seguir el camino correcto. Sin embargo, tuve la oportunidad de hablarlo con mis padres y recibí apoyo al 100%.
Me matriculé.
Si bien ahora agregué otra responsabilidad a mi vida, estoy inmensamente feliz de haberlo hecho, y por eso decidí que era tiempo de volver a escribir en este sitio. Para quién quiera leer, intentaré publicar semanalmente, lo que significa ser mamá, estilista, escritora y ahora estudiante de Derecho.
¡Gracias por haber leído hasta acá!
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